El nauseabundo olor a intestino de cerdo que ella estaba lavando a orillas del río me impidió acercarme. Pero le tomé esta foto, reveladora de las tareas de una mujer rural y captura de bonitos colores. Los limones desinfectaban las vísceras y la corriente del agua del río las limpiaba. El agua aclara la mente, limpia, evoca pureza, claridad y calma.