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Baracoa es una de las grandes desconocidas de Cuba.

… parece que el oriente cubano está olvidado… Lo que nadie sabe es que aquí hay uno de los mayores contrastes de naturaleza de toda la isla y una musicalidad que contagia. De las llanuras de Camagüey el paisaje cambia a hermosas montañas donde no hay espacio para una palmera más y los ríos se mantienen puros por la inactividad humana. Aquí la vida transcurre al ritmo local; en Cuba se dice que el tiempo no tiene valor. La mayoría de personas se trasladan a pie, en bicicleta o en carros de caballos. Algunos pedalean sin camisa sujetando una botella de ron en la mano o hacen malabarismos para que no se les caiga el pastel de merengue para alguna celebración, empalagoso con solo mirarlos pero responsable de felicidad absoluta para quién pudo comprarlo. Coches hay muy pocos, tan sólo algunos cadillacs de vivos colores que circulan por la zona rememorando el esplendor americano que hubo en la isla, cuyos motores han sobrevivido a manos de quienes forzosamente tuvieron que aprender el oficio de conservar, pues hay demasiado poco como para dejarlo perder.

El oriente de Cuba es mucho más musical, colorido y alegre hasta la saciedad. Aquí se nace bailando; la salsa y el son cubano son una forma de vida. Todo ello se deja ver en sus calles, sus plazas, en el malecón incluso hasta en las olas del mar…, como una puesta en escena pero tratándose de la vida real de todas estas personas que aprendieron a moverse entre decadencia y energía vital, pues aquí son muchas las contradicciones.

Tras tanto estallido de color, una vez más el Caribe alecciona sobre su poder en el manejo del color, mezclándolos con arte y sin miedo,  y contagiando alegría!

Las carreteras son incómodas hasta llegar a Baracoa, lo cierto es que desde Santa Clara ya no hay autopista. Largos recorridos sobre tierra, y dónde haya asfalto está lleno de agujeros. Imposible superar los 70km/h convirtiendo las distancias en realmente lentas; el peligro de que se te cruce una vaca inesperada o atropelles a un muchacho vendiendo queso es realmente amenazante por lo que conducir aquí provoca estar en constante modo alerta, anticipándose a cualquier situación.

A Rafael le conocimos en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, él nos condujo durante un trekking de tres horas. Es profesor, geógrafo, biólogo, ecologista, amante de su tierra y responsable de la regeneración del parque. Pensé que, ávida por conocer a locales con herencia de rasgos indígenas, tal vez él sabría indicarme dónde abrirme camino… En Cuba, el mayor asentamiento indígena fue en Baracoa. Cuando llegaron los españoles exterminaron la raza en solo 60 años y desde entonces ha habido tanto mestizaje  que poco a poco la genética ha ido suplantando los más rasgos puros de los taínos que habitaban la isla or una evolución fruto de tantos cruces. …He preguntado por todos lados, me dicen que a tres horas a pie desde Guantánamo hay una familia que conserva rasgos taínos, sin embargo Amauri, un paisano que vive delante del cementerio también los tiene y está más cerca. Fue incluso contratado como figurante para una producción de cine hace unos años. Pelo liso, pómulos protuberantes, cara angulada, mentón pronunciado, nariz afilada y color indio, así es el fenotipo taíno… Me dirijo hacia su casa y grito su nombre, tengo suerte y está. Amauri es un hombre encantador, hablo con él y tras comunicarle mi interés me muestra con orgullo la manifestación de todos sus rasgos, consciente del poder de la genética, superviviente a tantas generaciones. Le pedí fotografiarle. Salud y suerte Amauri. Gracias.

Lo que queda por ver está en el museo arqueológico, el resto a la vista está. Colón llegó a Cuba después de descubrir La Española y entró por Baracoa. En su diario dejó escrito «ésta es la tierra más bella que ojos humanos hayan visto», 27 de oct de 1492. .

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