The Wittmore

Los hoteles más cool del mundo han inspirado al hotel The Wittmore para emerger con vehemencia de entre los sinuosos callejones del barrio gótico de Barcelona.

Como si de un oasis se tratara, se dan la mano tres edificios unidos entre sí, demolidos y reconstruidos hasta llevar al límite la destreza del interiorismo y de la puesta en escena. Jugando con el misterio y los atributos únicos del lugar este hotel consigue llegar a ser un refugio de calma y comodidad extraordinarias, proporcionando un ambiente de lujo y exclusividad. Esta suntuosidad supone un dramático contraste con los alrededores, responsables del bullicio, historia y los inicios de la ciudad.

Dejando atrás el final de la calle Riudarenes y la fachada que debió adaptarse a los parámetros que marca el patrimonio de la cuidad, te adentras en un mundo en el que, de haber llegado con los ojos cerrados no podrías distinguir si estás en Ámsterdam, en Londres, París, Nueva York… La confluencia de muchos factores, principalmente el talento de su fundador, creativo autodidacta que ha diseñado hasta el último ápice de esta excelente puesta en escena, dan lugar a un espacio extraordinario, lejos de todo lo hasta ahora visto, novedoso, desmarcado. No hay nada que moleste a los ojos, todo es proporcionado, bonito, apuesta atrevida de butacas y mesas bajas para cenar, un patio central canalizador de luz natural con el jardín vegetal más alto de Barcelona, decoración británica, acabados exclusivos, paredes empapeladas y luz comedida. Solo falta ver sentado a Woody Allen envuelto en esta sofisticada esfera de estilo atemporal, con carácter norte europeo y gestos ingleses…, me lo imagino.

Aquellos world travellers que busquen más que tener una cama en otra ciudad serán los que ocuparán las habitaciones de los pisos superiores de este singular edificio. Clientes que, pudiéndose permitir los mejores hoteles del mundo saben que el nuevo lujo no tiene nada que ver con los dorados ni hoteles a gran escala. El lujo se reconvirtió hace tiempo…

Su dirección es tan clara como la transparencia de las vistas desde su sundek arriba del edificio, con las vistas más culturales sobre Barcelona. Desde él se van las cúpulas de las basílicas más importantes de la ciudad, las iglesias, el mar. Una piscina naranja, fantásticas tumbonas, dichas vistas y buena música crean momentos realmente especiales aquí arriba.

The Wittmore

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The Wittmore

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– tengerenge

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