Cabarete es la meca de quienes practican o quieren aprender Kitesurf. Las brisas no olvidan la costa ni un solo día del año, las condiciones climatológicas son perfectas para practicar este deporte y las escuelas que predominan han convertido a esta comunidad la capital del Kitesurf en el Caribe.
Por este motivo, las playas de Cabarete se convierten en un punto de reunión de cometas de colores y de ambiente informal, sobretodo por las tardes, cuando el viento sopla con más fuerza. Aquí llega gente de todas las partes del mundo, la atmósfera es completamente internacional. Como si se tratara de un ritual, inexpertos y profesionales se congregan para practicar y mejorar sus habilidades, y para quienes no se deciden por el deporte tan solo hace falta disfrutar del espectáculo.
Cabarete cuenta prácticamente con una única calle central, no hay muchas tiendas pero se puede pasear y saborear el ambiente cosmopolita y a la vez cool de los dominicanos que frecuentan esta localidad; mezcla entre el ambiente deportivo del kitesurf y de la alta sociedad de Santo Domingo que viene a pasar los fines de semana.
Por las noches, la playa se cubre de centenar de lucecitas alumbrando las mesas para poder cenar sobre la arena. Estuvimos tan a gusto que no nos queríamos ir! … y la manera de alargarlo fue tomarnos unas copas con nuestros amigos, escoltados por la música en directo de una chica con voz prodigiosa y ritmos latinos. Carmen y Eric llevan 25 años viviendo en Cabarete y vivir el norte de su mano fue un regalo; gracias amigos por vuestra hospitalidad durante estos días!
Durante el día exprimimos los 35 grados de calor en la cabaña de Óscar. La casa, con un porche de madera abierto a las brisas, está situada en lo alto de una colina frente a un río, donde nos bañamos durante horas. El río Yásica nos vió descender por sus meandros y refrescarnos mientras Óscar, historiador, nos hizo un repaso sobre la historia del país, entendiendo el origen de los taínos, la tensión con los caribes y el rotundo giro con los conquistadores.
El atardecer fue escandalosamente bonito. El sol se pone por el oeste y el paisaje desde Cabarete fue excepcional.
– tengerenge
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