Chiapas es un estado de Méjico maravilloso para visitar, exageradamente selvático y verde, con ruinas mayas perfectamente conservadas y una gran comunidad indígena. Es uno de los estados donde se ubica la cultura maya, lamentablemente con un alto nivel de pobreza principalmente por su población indígena entre otros de los problemas con los que se enfrentan, pero actualmente muy seguro para quien lo visita .

Los mayas se caracterizan por un pueblo con cierta homogeneidad cultural a pesar de que la conquista española impusiera nuevas formas de gobierno, religión, idioma y producción. Sin embargo los mayas contemporáneos mantienen sus costumbres y sus tradiciones, su lengua, su forma de vestir y sus rituales tal como constantemente se puede estar observando a lo largo y a lo ancho de todo el estado, incluso experimentarlo en el interior de la iglesia de San Juan Chamula, no fotografiable en ningún caso, donde practican el sincretismo con sus rituales indígenas rezando a la vez que sacrificando gallinas vivas y bebiendo «posh». No hay duda que es una de las experiencias que más me ha impresionado entre todo lo que he visto alrededor de la Tierra.

Su pobreza implica que se de vez en cuando confabulen para cortar algunas carreteras en las entradas de los pueblos y pedir dinero a los coches que retienen, algo a lo que hay que someterse sin pestañear para evitar problemas a pesar de la incomodidad de haber cortado el tráfico y de tener que jugar a sus reglas. En Chiapas todo es un mundo a parte y ellos son los jueces. Una vez les das dinero te dejan pasar, pero impresiona.

A pesar de ello es todo interesante y bonito, hay mucho que visitar y son gente tremendamente amable. Aunque a decir verdad, admito que de nuevo, tal como en muchos otros países de latinoamérica, todavía es palpable cierto resentimiento de la comunidad indígena hacia la raza blanca, implicando por su parte querer evitar cualquier roce, comunicación o diálogo, y qué decir de tomarles fotos!

La ruta que trazamos la cito a continuación pero antes me gustaría anotar algunas de las precauciones que me parecen imprescindibles para viajar por este estado:

  • Las carreteras no están en muy buen estado, a menudo con socavones impredecibles en el asfalto y continuos topes no señalizados. Ello provoca que las distancias en coche se cuadripliquen por lo que es importante tenerlo en cuenta al calcular el tiempo que se tarda entre una localidad y otra (en una ocasión nos llegó a sorprender una curva con uno de sus lados completamente desprendido).
  • Es totalmente desaconsejable conducir de noche. La mayoría de las carreteras no están iluminadas y circulan a menudo sin luces, ni traseras ni delanteras. Por otro lado hay muchos animales que cruzan las carreteras al oscurecer y pueden causar accidentes fácilmente. También sus excesos con el alcohol pudieran ser responsables, algo habitual. Por último algunas personas se ven caminando en la noche por los márgenes de las carreteras.
  • Asegurarse de tener siempre el depósito de gasolina lleno, hay largas distancias sin gasolineras para repostar.
  • Antes de emprender un tramo equipar bien el coche con botellas de agua fría y algo de comida. Aunque parezca increíble hubieron dos ocasiones en que en un tramo de 6h en coche todo lo que pudimos comer fueron plátanos y bolsas de patatas chips comerciales pues no encontramos ningún otro alimento para comprar ni ninguna localidad donde poder comer con ciertos mínimos de higiene.
  • Nunca caminar por la selva ni salirse de los senderos. Hay muchísimas serpientes venenosas con picaduras mortales y NO tienen antídotos en ninguna de las poblaciones.
  • En casi ningún lado, salvo en hoteles, aceptan visas. Tampoco se encuentran cajeros con facilidad, por lo que es imprescindible contar con suficiente efectivo.

El  trayecto ha sido el siguiente:

  • Desde Chetumal hasta Palenque vía Escarcega parando en el camino para visitar las fastuosas ruinas de Calakmul, a 60km selva adentro tras tomar un desvío desde la carretera principal.
  • Ciudad de Palenque. Sus ruinas, las cascadas de Agua Azul y la cascada de Roberto Barrios, cuál más impresionante. Recomiendo Casa Fuga para dormir o Boutique Hotel Piedra de Agua.
  • Palenque – San Cristóbal de las Casas vía Ocosingo. El trayecto es largo y cansado. Llegar a San Cristobal de las Casas es sin embargo un premio. Está considerado el pueblo más mágico entre todos los «pueblos mágicos» de Méjico. Se encuentra a 2.300m de altura y es una auténtica maravilla. Parece increíble encontrarse con esta ciudad después de todo lo visto en el trayecto recorrido. Considerar el hecho de que refresca bastante, sobretodo al atardecer. Recomiendo Hotel La sombra del agua, Hotel Bo, Hotel Nuik u Hotel Lum. Desde aquí visita a San Juan Chamula, Zinacatán y Ametanango del Valle.
  • San Cristobal de las Casas – Las Guacamayas en la Reserva de la Biosfera Montes Azules, al lado de la Selva de Lacandona. De nuevo un trayecto muy largo, cansado y duro.
  • Las Guacamayas – zona arqueológica de Yaxchilán y Bonampak. Ambas monumentales ruinas, la primera devorada por la selva a la que se accede a través de un río en lancha y la segunda por la buena conservación de sus pinturas policromadas. Selva Lacandona y sus lacandones, comunidad descendiente de los mayas que se viste de blanco y se dejan el pelo largo. Recomiendo Eco Resort Las Guacamayas. Realmente impresionante el recorrido tanto por la selva en lancha como a pie.
  • Palenque – Campeche. Llegando a Campeche parar a comer en la Palapa del tío Fito para probar las bocas de cangrejo local (manitas de cangrejo como le llaman) o los tacos de cangrejo. También visitar el centro histórico con su muralla fortificada construida por los españoles en 1528 para defenderse de los piratas y su baluarte.

-tengerenge

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *