Oh-la-la!! …tras muchos kilómetros de campos de lavanda, viñedos, olivares y alguna higuera en puro esplendor llegamos a Uzer, un pequeño pueblo medieval en la localidad francesa de Ardèche.
Véronique y su marido nos esperan en Le Chateau d’Uzer, un maison d’hôtes que nació hace sólo dos años tras comprar este castillo del s. XIV y convertirlo en una auténtica puesta en escena de estilo francés donde dormir, comer bien y disfrutar de la naturaleza a su alrededor.
Todo, cada esquina, es un reflejo del potencial de Véronique, una atrevida mujer francesa que abandona Lion, su ciudad natal, para apostar por una vida en Ardèche y dar a luz este proyecto donde da lo mejor de si en su faceta como decoradora. Las habitaciones son preciosas, combinan colores y tejidos de lino lavado, respetando siempre suelos originales y los antiguos grandes ventanales a través de los cuales sólo se ven árboles centenarios.
Entre sus pasiones también está la cocina. Durante los meses de verano es quien se encarga de preparar los mejores desayunos y las mejores cenas. Por la mañana no faltaron croissants, zumo de manzana casero (de los árboles de la propiedad vecina), pan caliente con mermelada de higos y castaña, fruta fresca, buena mantequilla y clafoutis de cereza hecho por ella misma.
En 1920 este castillo perteneció a un general de la armada francesa. Éste se dedicó a plantar en el jardín diferentes especies de árboles que traía de las colonias francesas. Hoy, el resultado son enormes árboles centenarios propios de la zona conviviendo con palmeras y frondosas cañas de bambú, dejando entrever alguna pincelada tropical.
En «le jardin d’hiver»,un antiguo invernadero del s.XIV, el general Manger también dejó su huella. Uno de sus soldados pintó en las paredes un colorido fresco tratando una escena pastoral, un paisaje de campo. Aquí es donde Véronique practica yoga cada mañana, donde en invierno puedes tomar el te al atardecer y donde por la noche es el mejor sitio para contemplar la luna. La cristalera es una maravilla, y el fresco todavía más!
La antigua capilla es ahora la biblioteca. A través de ella se accede a habitaciones tan bonitas como la llamada «la chambre du générale» o «le gran salon», o a las suites con sus dos habitaciones cada una para poder hospedarte con tus hijos y hacer que no olviden jamás dormir en este cuento de hadas.
El jardín no solo ofrece frambuesas para ir comiendo mientras paseas, sino románticas rosaledas al sol aguardando detrás de la piscina. Un antiguo murito de piedra, ya viejo y no muy alto, la separa del río, de donde proviene el sonido del agua perfecto para tomar el sol y relajarse entre árboles y más árboles.
Entre tanta vegetación también están las roulottes, auténticas casitas decoradas con muchísima magia que pueden representar una entrañable aventura para dormir con niños en el jardín. No creo que olviden jamás haber estado aquí…, como tampoco creo que Chateau D’Uzer deje indiferente a ningún adulto que se sienta atraído por la historia de un castillo medieval rehabilitado y de la puesta en escena del buen gusto.
Justo en la entrada, se encuentra La cerise sur le chateau, una pequeña tienda donde se encuentran los productos más singulares que Véronique ha escogido para vender a sus huéspedes. Desde lino de colores a metros hasta sus propios diseños de vestidos…!
Muy cerca, en Largentière está la Roserie de Berty. En ella Eleonor expone su colección de los rosales más antiguos de Francia, así como los mas bonitos. Durante los meses de mayo y junio es perfecta la idea de visitarla y conocer sus maravillas.
También, no muy lejos encontramos la Grotte Chauvet. Hace dos años, dos hombres y una mujer encontraron esta cueva de 36.000 años de antigüedad. Es la cueva encontrada más antigua del mundo, con pinturas rupestres y declarada patrimonio por la Unesco. Además de todo ello, en estos alrededores hay un sinfín de excursiones para hacer a pie o en bicicleta, bañarse en ríos, cruzar puentes de piedra del s.XII, visitar pueblos medievales con sus iglesias y rodearse de inacabable naturaleza.
Chateau d’Uzer tiene atractivas tarifas. Pasar una noche, según la temporada del año, puede estar entre 180€ y 210€.
– tengerenge
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