Obama, Chanel y los Rolling Stones. La Habana está en pleno furor!
Chanel desfilará en mayo en el Paseo del Prado, y junto con la visita de Obama y el grupo de música la ciudad está al borde del colapso! Los hoteles están bloqueados, ya ni contestan las llamadas para reservas, así que me atrevo a transgredir alojamiento convencional y alquilamos nuestra propia casa particular en la Habana Vieja!
A las 7am abrimos los porciones de Suite Habana y es un privilegio asomarse al balcón a la vez que la ciudad se despierta. Los ritmos cubanos también amanecen de fondo…, mezcla de presente y pasado…, la Habana es la ciudad más elegante del mundo.
Dos días son pocos pero dan mucho de sí antes de tomar un vuelo al oriente de Cuba, y es que tengo claro por donde moverme en La Habana… Si bien es cierto, de la mano de amigos todo se vive más intensamente, así que con el beettle verde de Francois y Lea nos zambullimos en lugares inesperados. Ya lo dice el New York Times, La Fábrica de Arte Cubano es lugar de referencia y su vecino restaurante El Cocinero para ir a cenar. Desde luego este ambiente no estaba en La Habana hace unos años atrás, ni tampoco existían las licencias para alquilar casas ni la posibilidad de cenar en algunos restaurantes que pudieran hacerte creer que estás en Miami por un instante, tal como en El del Frente en la calle O’Reilly 303 de la Habana Vieja, u Otramanera al lado de La Casa de la Música (fotografías en orden). Esta ciudad está cambiando…
Mire donde mire, arquitectura ecléctica. Tanta miscelánea impresiona… barroco colonial, neoclásico, renacentismo, art nouveau, neocolonialismo, barroco tardío, art deco… Pero no es una puesta en escena; y ésta es la gran medalla de La Habana. Lo que fue un período de abolengo ahora representa la más dramática decadencia, pero la belleza se mantiene alzada.
Atravesamos la ciudad y nos vamos a comer al restaurante Santy en Jaimanitas, a las afueras de La Habana. Hace un calor para morirse pero estamos sentados a la sombra en la desembocadura de un río frente al barco de Santy, con el que sale a pescar a diario el tiradito de atún crudo que nos vamos a comer, los cangrejos y el ceviche con lima que nos han preparado (aquí no hay carta… pero oír cantar lo que tienen es muchísimo mejor …difícil escoger…, quien me iba decir que comería tan bien ¿? La Habana no se ganó esa fama). * Dirección: Calle 240A # 3C23 e/3ra C y Río Jaimanitas. Playa, La Habana.
Volvemos al centro. Me encantan las vistas desde el roof del hotel Ambos Mundos. Las fachadas que tuvieron más solera albergan hoy las familias más pobres, que expectantes desde sus escaleras de mármol viendo pasar la vida por delante cavilan sobre qué debe ser el progreso ¿? …No quiero saber lo que es sentirse atrapada en el retroceso sin posibilidad de superarse, presa de desoportunidades, así como despojar al ser humano del sentido de la propiedad.
Me paseo y hablo…, son descendientes de españoles, franceses, africanos también. Arrastran nuestros apellidos incluso nuestros rasgos, pero llevan ropa roída, carecen de oportunidades, no tienen libertad y hablan cubano. Tan lejos, tan cerca… A veces desconcierta, otras veces hasta duele. La verdad es afilada.
Llega la noche y tenemos reserva en La Guarida, no hay duda, es el paladar por excelencia. Si, aquí se rodó Fresa y Chocolate y es el sitio que está de moda, pero ésto no es nada si uno se detiene en la solera que describe este palacete del siglo pasado y en la calidad de los platos que se cocinan. Mientras subimos las escaleras de mármol escuchamos el canto de dos cubanitos morenitos mientras cargan ladrillos…,sería demasiado pedirles que no dejen de cantar durante toda la cena teniendo en cuenta que en La Guarida también comparten vivienda otras familias que tal vez estén ya en su hora de descanso. Me conformo, cenamos de miedo como nunca hubiese imaginado.
Café Laurent es otro paladar especial; tiene un ambiente moderno y es reconocido también por su gastronomía gourmet. Si todavía hay fuerzas, Siá Kará Café, detrás del Capitolio, es perfecto para ir a tomar algo después de cenar, donde hay una atmósfera bohemia en un ambiente acogedor y buena selección de música. La Habana tiene mucho que ofrecer.
– tengerenge