A pesar de mi desencanto con el lado oriental de esta isla, comenzaré por describir esta zona bulliciosa de turistas que obviamente también tiene sus puntos de interés.
Decidieron concentrar monstruosos hoteles en esta parte de la isla, Punta Cana, y todos los servicios que ofrecen a sus huéspedes ha provocado que el cliente no tenga la necesidad de salir a explorar, a conocer la isla y a sus gentes, lejos de mostrarse forzosamente serviciales para recibir propinas.
Es interesante planear algunas visitas que te adentrarán en la isla, tales como ver plantaciones de cacao, café y caña de azúcar, conocer Higuey, el hoyo azul o algunas playas preciosas…
Mi recorrido por los alrededores de casa de Silvio con el fin de conocer sus árboles y frutas tropicales tales como piñas, aguacates, chinola (maracuyá), mangos, plátanos, guayabas…fue encantador. Silvio es un amabilísimo paisano que nos mostró su casa, su familia, sus cultivos e incluso el procedimiento que sigue para obtener cacao secando las semillas al sol y tostándolas en un caldero bajo un chamizo de hoja de palma. Su amable mujer a la que llamaba “negra”, nos sirvió unos vasitos con cacao molido, hervido en un poco de agua, rama de canela y nuez moscada. Sabía como los ángeles!
Durante mis días aquí alquilé mi propio medio de transporte, y Ángel, un simpático morenito nos llevaba a todas partes explicándonos todo acerca la verdadera vida en República Dominicana (Punta Cana no es República Dominicana). A mi me gusta ir a mi aire con mi transporte, marear, parar, preguntar, entrar en los sitios, hablar…
Si se tiene tiempo, hay que intentar visitar “el ingenio” de caña de azúcar, es así como llaman a la fábrica donde éste se procesa. A continuación adjunto un interesante documental referente al dominio que tiene la familia Vicini sobre casi todas las plantaciones de caña de azúcar del país entero y sobre la exportación de éste a Estados Unidos.
… nos comentaba la persona que nos ha acompañado durante el viaje que los trabajos en las plantaciones de caña de azúcar solo los pueden hacer “o el diablo o los haitianos”. Resulta ser un trabajo durísimo que se realiza a 40º de temperatura, cortando la caña con machete, trabajando 14 horas diarias, 7 días a la semana, con picadas de insectos y donde fácilmente las cañas les amputan dedos de las manos y de los pies. Frecuentemente no tienen acceso a una vivienda decente sin electricidad ni agua corriente, sanidad ni alimentación adecuada; todo ello sin beneficio alguno, más que tickets para que los cambien por comida y falta de libertad controlada para que no puedan escapar de dicho oficio. En Cuba también visité plantaciones de caña y pude ver los instrumentos de tortura que aplicaban a los africanos que traían de la costa oeste; es duro que hayan sucedido crueldades en la historia tales como éstas o muchas otras.
Citando a Cuba país vecino, hay que tener en cuenta que originariamente Cuba, Jamaica, República Dominicana y Puerto Rico eran una misma isla, por lo que comparten misma vegetación y naturaleza. Éste es el documental, os lo recomiendo.
Higuey es la población más cercana donde uno puede tener una primera toma de contacto con esta estimulante isla; está muy cerca de Punta Cana. El choque cultural es inmenso y uno se sumerge fácilmente en un ambiente tropical de calor y humedad y se contagia de la alegría de estas gentes de sangre caliente que bailan y bailan bachata con su música altísima en cada esquina de sus calles. Es gente alegre, con un ritmo en el cuerpo que no se ha visto jamás. Hasta las niñas con sus trencitas bailan reggaeton de forma excepcional; uno no da crédito,…no hay duda que lo llevan en la sangre. Es una isla con muchísima carga sexual, una isla energética.
Ellas, las mujeres, sacan sus sillas a la calle con rulos en la cabeza y se sientan a placer para sus pequeñas reuniones hablando sin parar, mientras una le lava el pelo a la otra con la ayuda de un barreño, otras se trenzan el pelo, y otros venden mangos, guineos y limoncillos en las aceras de las calles. En cualquier caso, la vida está fuera, siempre.
Es increíble como bailan al ritmo de la música que suena a muchísimos decibelios por las calles, todo ello rodeado de un inmenso poder de colores presentes en sus ropa, en la pintura de las casas, en la fruta que venden, en la luz. El conjunto aporta al encuadre un exotismo mágico. Ésto se puede ver en cada rincón de esta isla tropical, se repite una y otra vez en cualquier parte.
Los complejos de Punta Cana y Cap Cana, situados uno seguido del otro, me parecieron completamente americanos, lo cual desvirtúa completamente la isla, si lo que buscas es empaparte de la esencia salvaje. Aunque hay buenos hoteles, como Tortuga Bay con su preciosa playa delante y el spa Six Senses a poco metros u otros también interesantes como Hotel Sanctuary en Cap Cana al lado de playa Juanillo, en mi opinión no merece perder ni un solo minuto estando aquí.
Playa Blanca, dentro de Punta Cana, es agradable. Dispone de un restaurante con localización privilegiada en esta maravillosa playa de siete tonos de azules; hay ambiente. Se come internacional y bueno. Para cenar está el restaurante Noah en Higuey especializado en cocina de fusión (Carretera Barceló, Plaza Paseo de San Juan.Higuey) o Acqua Mare en la marina de Cap Cana con buenas vistas y ambiente.
Se puede encontrar muchísima belleza en Scape Park en Cap Cana visitando el Hoyo Azul u otras lagunas de agua dulce en medio del bosque tropical que con un poco de imaginación te trasladan a la época en que los tahínos reinaban la isla. Es una maravilla el sendero hasta llegar allá, rodeados de lianas, plantas exóticas, otras medicinales, orquídeas salvajes, árboles altísimos, un sinfín de mariposas, muchísima humedad y ruidos de insectos que te envuelven en una orquesta de música natural maravillosa. Tuvimos la suerte de bañarnos sin gente en el hoyo, solo acompañados por nuestro guía. Era al atardecer y hacía una humedad tropical casi del 100% y el refrescante baño nos sentó de maravilla!
En la Romana está el Casa de Campo, otro complejo cerrado de hoteles, clubs, golf y casas bonitas donde se concentra ambiente y diversión. El Hotel Casa de Campo es un hotel moderno y pretencioso frecuentado en gran parte por clientes americanos, pero con ambiente joven, a diferencia del target de Tortuga Bay.
Está la idea de visitar Isla Saona e Isla Catalina, esta última en especial si os gusta el buceo. Isla Saona es tremendamente turística y es un horror los catamaranes que llenan de gente con ron y música. En mi caso alquilamos una embarcación privada y salimos desde Bayahibe, fue mucho más agradable pero tampoco es de los más bonitos que he visto, así que la visita es de obligación relativa… (Bahía de las Águilas, en cambio, me dejó sin aliento!).
No hay que estar más de dos o tres días en esta zona si lo que interesa es penetrar en la isla y entenderla, si estáis ávidos de naturaleza, si se quiere comprender a su gente latina con influencias africanas y bailar a su ritmo, incluso con ellos, Aquí me encontré con gente estupenda, personas amables, cariñosas, solidarias y sobretodo, educadísimas.
Pero yo quise rápido irme al sur !
– tengerenge