Desde Ciudad del Cabo hasta Porth Elisabeth, 300km de carreteras escénicas con preciosas vistas e imponentes lugares que visitar conforman la conocida Ruta Jardín. Durante todo el recorrido, el mar y las altas montañas son las grandes protagonistas, así como los extensos campos amarillos de canola salpicados por avestruces o por resquicios de arquitectura holandesa.
El recorrido escogido y la cantidad de paradas que se hagan depende de la cantidad de días de los que se disponga. En mi caso, fue distribuido de la siguiente manera:
– Hermanus y Gansbaai: separados por 20km, ambos son la capital del gran tiburón blanco y del avistamiento de ballenas. Desde Hermanus se puede contratar salidas en barco para ver ambos animales marinos pero estarán siempre sujetas al buen parte climatológico (en nuestro caso fue cancelada la actividad de sumergirte en la jaula para ver al tiburón blanco por olas y fuertes vientos, aunque afortunadamente pudimos hacerlo desde Mossel Bay algunos días más tarde). En Hermanus se concentra toda el ajetreo, tiendas y restaurantes, mientras que Gansbaai es tranquilo y silencioso, y nos sirvió de retiro alojados en la tranquila De Kelders private Villa donde pasamos unos fantásticos días.
Cabo Agulhas puede ser visitado desde aquí; punta donde se encuentran los dos océanos y donde hay que venir preparado para hacer frente al fuerte viento que azota esta parte de la costa. También se pueden visitar las cuevas de Gansbaai o ver la vía láctea por las noches junto con las más definidas constelaciones en el cielo.
– Little Karoo: Todo depende de los días que se tengan para desviarse hacia el árido Little Karoo; claramente llegar hasta Oudshoorn son muchos kilómetros de interminables carreteras y desiertos, colmados de suricatos y otras especies propias de la zona. Desde allí se puede cruzar por Swartberg Pass hasta Prince Albert y observar las impresionantes vistas. Durante nuestro trayecto vimos pequeños antílopes, enormes rocas, cañones, desmedidos acantilados y absolutamente ningún otro coche o persona que pudiera alterar el silencio de estas altísimas y solitarias montañas. Cango Caves merecen también una visita, son realmente impactantes.
– Knysna: la Ruta Jardín no está completa si no se destinan unos días a knysna. Desde The Heads se obtienen las mejores vistas para entender la orografía de la costa; sus casas bonitas y las preciosas vistas. Las dos islas en el centro de las marismas están unidas por un pedraplén, a través del cual se puede acceder a este centro de restaurantes, tiendas y puertos por donde pasear y tomar deliciosas ostras. Los caballitos de mar en peligro de extinción son también un atractivo.
Knysna Elephant Park es un santuario de elefantes huérfanos que han traído desde Kruger para ser cuidados y alimentados. Tras su recuperación son devueltos a la vida en libertad. Visitamos este lugar y pudimos pasear entre enormes elefantes, ello a pesar del respeto que provocan por su enorme tamaño,…pero mis hijos pudieron tocarles y darles comida, algo que luego nunca podrían hacer durante nuestros días en Kruger National Park.
El atardecer en Brenton-on-sea y el paseo por sus enormes playas de arena fue precioso, entre muchos otros lugares vecinos que merecen la pena.
Hubo un día en que conducimos hasta Mossel Bay, donde nos sumergiríamos en la jaula para ver al enorme tiburón blanco de la mano de la empresa White Shark Africa, que nos proporcionó una experiencia única, segura y comfortable por el trato y las comodidades del barco ((todo sea dicho que en ultimo momento, invadida por el miedo decidí contemplarlo desde el barco a buen recaudo junto con mis hijos pequeños. Mi marido y mi hijo mayor serían los que se meterían en el agua… y lo vieron!).
– St Francis Bay: los canales que separan las preciosas casas a modo de avenidas en esta localidad son de ensueño. Bajo el enorme faro hay un interesante centro de rehabilitación de pingüinos, y por la noche la luz de éste se une con la de los pescadores de calamares cerca de la costa que luego serán vendidos en la enorme industria que hay en el puerto.
– Tsitsikama: es un parque natural entorno a la gran entrada del río Storm River Mouth con una vegetación exuberante. Vale la pena andar hasta los puentes suspendidos sobre la desembocadura del río. Durante este recorrido de 30 minutos se obtienen bonitas vistas del mar, el río y la densa vegetación; olía muy muy bien… mezcla de plantas y salitre. Hay quienes suben el río en kayaks atravesando el cañón, parece bonito… aunque preferimos no hacerlo para no acabar todos en el agua! (quien sabe lo que puede haber debajo…).
– tengerenge
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