En mi post de Milos, isla cíclada en Grecia con forma de herradura, expresé claramente la belleza de esta isla y lo que podemos obtener de ella si la visitamos. Ruinas helenísticas, el olivar donde hallaron la Venus de Milo, anfiteatros griegos mirando al mar, aguas esmeraldas, acantilados y las más bonitas calas donde se escondía Barba Rosa con su barco.

Es una isla espartana, austera. Prueba de ello es su oferta hotelera, que como el resto, conecta con lo natural.

Kapetan Tasos, en Pollonia, es un hotel con alma, que recomiendo para alojarse en esta apacible isla con poco turismo y escasos hoteles.

Blanco encalado, es pequeñito. Tan solo 11 habitaciones, muy cuidadas todas y en armonía con el paisaje. Sigue una linea eco-friendly utilizando materiales naturales y orgánicos como en sus colchones Cocomat, almohadas y sábanas o productos Korres, de origen griego, en la linea de baño. También tiene una piscina preciosa bajo una estructura abovedada, todo encalado blanco, hasta las mismas paredes del interior de la piscina; un placer.

La estancia es agradable y el precio es razonable, rondando entre 100€ y 200€ según temporada y habitacion escogida.

– tengerenge